Desde 2017 al 2022, 497.000 mujeres migrantes han venido a España, según ha informado el Instituto Nacional de Estadística (INE). Miles de ellas con la misma aspiración: prosperar en España.

El INE informó que la población de España era de 48.085.361 en 1 de enero de 2023. De esta cantidad, 39.881.155 nacieron en España, mientras que 8.204.206 nacieron en el extranjero. Según su nacionalidad, 41.995.741 eran españoles/as y 6.089.620 extranjeros/as.

El Informe sobre la Población de Origen Inmigrante en España 2023 examina los 20 mayores grupos de población residente en función del país de nacimiento, país de nacionalidad y personas extranjeras con permiso de residencia. Entre los grupos poblacionales más numerosos según país de nacimiento, tenemos las personas procedentes de Marruecos, Colombia, Rumania, Venezuela, Ecuador, Argentina, Perú, Reino Unido, Francia, Cuba, Ucrania, República Dominicana, China, Bolivia, Honduras, Alemania, Brasil, Italia, Paraguay y Rusia.

En 2022, la población de España aumentó en unos 6,5 millones de personas, lo que representa un crecimiento del 7% en el número de inmigrantes extranjeros. En este grupo hay alrededor de 3,35 millones de inmigrantes varones y 3,15 millones de inmigrantes mujeres.

A pesar de la semejanza de porcentajes, el proceso migratorio y los problemas a los que se enfrenta cada género al llegar a España varían significativamente.

Las mujeres viajan a España por diversos motivos. Por lo general, vienen sobre todo como: inmigrantes familiares, aunque también pueden venir como inmigrantes por trabajo, estudios, solicitantes de asilo o por formar parte de otra categoría de inmigrantes.

Por tanto, existe una amplia gama de estatus legales y derechos entre las mujeres inmigrantes, reflejando las diferencias de oportunidades y desafíos de integración según cada caso.

Integración de las mujeres inmigrantes en España

La política de integración en España es una responsabilidad conjunta de las instituciones estatales, regionales y locales.

En España, integrar a los inmigrantes es una prioridad política. Sin embargo, las mujeres se enfrentan a más retos que los hombres. Por ello, varias instituciones hacen hincapié en la necesidad de integrar a las mujeres inmigrantes.

Los obstáculos a la integración de las mujeres inmigrantes varían en función de su situación de residencia o su causa de migración, pero también existen distintas posibilidades únicas de integración. Las mujeres inmigrantes tienen las mismas probabilidades de tener un alto nivel de estudios que las mujeres no inmigrantes y, por tanto, tienen más probabilidades de tener un alto nivel de estudios que los hombres inmigrantes.

Como resultado, están sobrerrepresentadas no sólo en la parte inferior de la escala educativa, sino también en la parte superior, lo cual es un punto fuerte que las políticas e iniciativas de integración estatales pueden aprovechar. Por ejemplo, mejorando los procedimientos para combatir la sobrecualificación (en el caso de los inmigrantes es cuando trabajan en empleos que no se ajustan a sus cualificaciones oficiales), ya que las mujeres inmigrantes se ven más afectadas que los hombres inmigrantes.

Los últimos datos de la UE sobre las políticas nacionales en 2017/2018 de los Estados miembros indican una falta de iniciativas de integración adaptadas a las mujeres inmigrantes. En 2017, la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE (FRA) llevó a cabo una investigación que reveló el escaso énfasis en el género en los planes de acción y estrategias de integración nacionales.

En España no se proporciona dinero estatal específico para programas de integración dirigidos a las mujeres inmigrantes, aunque se puede obtener financiación para iniciativas relacionadas con cuestiones migratorias. Pero, hay que reconocer que obtienen puntos extra todos aquellos programas que abordan problemas de género.

Además, como Estado miembro de la UE, España participa en el Plan de Acción para la Integración y la Inclusión 2021-2027, que se basa en el plan de acción de 2016 que también hacía hincapié en la integración de las personas inmigrantes. Estas estrategias dan prioridad a la integración de la perspectiva de género y a la participación de las mujeres.

El plan de acción de 2016 incluía 50 actividades para ayudar a los Estados miembros y a otros actores a promover la integración de las personas inmigrantes.

A continuación, algunos ejemplos interesantes de programas que fomentan la integración de mujeres inmigrantes en España:

  • Programa Sara: Está activo desde 2013. La última información publicada muestra que en el periodo 2018-2019 se formaron 578 mujeres en 30 áreas laborales diferentes, obteniendo una tasa de inserción laboral del 20,19 % en los seis meses posteriores a la formación laboral.   
  • Programa CLARA: Puede considerarse como una buena práctica, ya que en su edición 2016-2018, el 25 % de las mujeres que participaron en el programa encontraron un empleo.  

Migración irregular

La investigación de Gálvez-Iniesta y Fanjul (Fundación PorCausa) es quizá más notable por su prototipo del inmigrante irregular que entra hoy en España. Según dicha investigación, la mujer inmigrante irregular se describiría como una persona de unos 30 años con pasaporte colombiano, venezolano u hondureño.

Según el estudio, las mujeres representan el 55% de la inmigración irregular, y cuatro de cada cinco tienen menos de 40 años. Tres cuartas partes de ellas proceden de países de América Central y del Sur, y la gran mayoría son colombianas, venezolanas y hondureñas. En estas comunidades, a diferencia de Bolivia o Ecuador que se beneficiaron de la regularización de 2005, el número de inmigrantes irregulares es relativamente alto: entre el 30% y el 50%.

[IMAGEN] Distribución por edad de los diferentes grupos de población

Gráfico 1: Distribución por edades de los distintos grupos de población. Fuente: PorCausa y Univ. Carlos III.

[IMAGEN] Evolución de la irregularidad por origen (miles)

Gráfico 2: Evolución de la irregularidad por origen (miles). Fuente: PorCausa y Univ. Carlos III.

Y, como cabría esperar de cualquier persona con un conocimiento básico del tema, la mayor parte de estas personas inmigrantes irregulares trabajan en el sector informal.

Sin embargo, informal no debe confundirse con términos peyorativos, ya que la mayoría de estas profesiones se consideran empleos importantes. ¿Por qué? En otras palabras…

A este respecto, González-Gálvez y Fanjul estiman que el sector del hogar tiene la mayor concentración de trabajadores/as en situación irregular (80.000 personas), lo que coincide con sus resultados sobre el perfil de las personas inmigrantes. Tras los servicios del hogar, la hostelería es el segundo sector con mayor número de trabajadores/as irregulares (70.000).

Por tanto, aún queda un largo camino por recorrer para que las políticas de integración logren establecer unas medidas que ayuden a que las mujeres que emigran a España puedan integrarse en el mundo laboral de una forma acorde a los estudios que traen de sus países.

[IMAGEN] Distribución sectorial de los trabajadores inmigrantes (% sobre datos de la EPA)

Gráfico 3: Distribución sectorial de los trabajadores inmigrantes (% de los datos de la EPA).  Fuente: PorCausa y Univ. Carlos III.

Conclusion

Como ya se ha dicho, las mujeres inmigrantes se enfrentan a diversas posibilidades y obstáculos. El gobierno de España considera que el programa nacional de integración aborda adecuadamente prácticamente todos sus desafíos, aunque admite que la vivienda es una cuestión que requiere más atención.

Por otro lado, diversos informes corroboran que la condición laboral de las mujeres inmigrantes en España apenas se conoce, ya que a menudo trabajan en sectores de la economía sumergida, y no se presta atención a sus especiales demandas y preocupaciones laborales.

Casi la mitad de las mujeres extranjeras empleadas en España trabajan en empleos no cualificados en sectores como la hostelería y el comercio, donde se enfrentan a condiciones laborales inestables y salarios más bajos que otros grupos. Y según el Instituto Nacional de Estadística (INE), también suelen trabajar en sectores feminizados como el cuidado de ancianos y niños, así como en el servicio doméstico. Además, pueden llegar a trabajar hasta 80 horas semanales, a pesar de que el régimen laboral está fijado en 40 horas, lo que las deja vulnerables a la explotación laboral por falta de protección legal en el trabajo.

La mayoría de las iniciativas estatales abarcan la integración cívica, el trabajo y la violencia de género, que son las principales áreas de atención para la integración de las mujeres inmigrantes en España. Sin embargo, la formación lingüística, la vivienda y la salud, en cambio, reciben mucha menos atención, a pesar de que deberían tratarse con mayor regularidad.

La Secretaría de Estado de Migraciones ha expresado que pretende como objetivo actualizar las políticas migratorias, aplicar medidas en el sector laboral, mejorar el sistema de acogida para la detección precoz de vulnerabilidades y financiar programas de integración adaptados a necesidades específicas. Pero, aunque no se ha declarado explícitamente que estas políticas estén dirigidas a las mujeres inmigrantes, son un objetivo importante en las iniciativas de integración.

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